Trabajé en un banco… ufff, está bien, ya lo he dicho 🙂 Durante 11 años fui empleada de una entidad financiera. Me dedicaba primero a la atención al público en sucursales (era directora) y después a la gestión de tarjetas y TPVs. Más tarde, estuve en Visa Europe (la marca de tarjetas), colaborando y apoyando a los bancos en la gestión de sus tarjetas. Y de repente, mi vida dio un giro radical.
Resulta que Visa despidió personal en toda Europa (los famosos EREs que hemos sufrido muchos los españoles con la tan famosa crisis) y me tocó marcharme. ¡¡¡¡Ahhhh, madre!!! ¿Qué iba a hacer yo, si toda la vida había trabajado de empleada en lo mismo? Además, tenía una niña pequeña, marido, hipoteca… y no podía parar, ¿cómo me iba a quedar en casa? Y entonces, ocurrió. Mi destino llegó a buscarme y me cogió de la mano.
En aquella época, mi hermana pequeña estaba haciendo un curso de tartas de fondant y me dijo, ¿por qué no te apuntas conmigo? ¡¡Es divertidísimo!! Yo la verdad, no estaba demasiado convencida porque os confieso que nunca antes había hecho trabajos manuales, ni había dibujado de niña… Había visto una tarta de fondant por primera vez en un cumple de mi hija… y la había hecho mi hermana (de Minnie Mouse, preciosa!!) Cuando me vi delante del fondant y del bizcocho y todas esas maravillas dulces de colores, aluciné. ¡Fue como una revelación! ¡Era algo que llevaba dentro desde siempre! Descubrí que se me daba genial trabajar con las texturas y los colores. Además me apasionaba, podía pasarme horas muertas ideando un tipo de tarta.
Seguí aprendiendo, formándome, atreviéndome a dar un paso más allá . He hecho muchos cursos con Creative Signatures, Avalon Cakes, Escuela de Tartas, Yocuna, arte en Azúcar, Sucre i Vainilla, … y cuento ya con los diplomas de la Escuela de Hostelería de Madrid y de la Universidad Politécnica de Madrid al haber superado con nota el Curso Superior de Repostería y Pastelería. ¡Dos títulos que me hacen más feliz que el título universitario de Economista!. Decidí que debía dedicarme al mundo de la repostería en cuerpo y alma cuando hice mi primera tarta con un animal real modelado…era un tiburón!! Con la boca abierta, con todos los dientes, en fin, nada de dibujitos animados… la semana entera me dediqué a estudiar el bicho y las proporciones. Hasta me construí una maqueta de plastilina que aún tengo en una estantería en casa, y le puse nombre: Toribio. Toda una semana viendo tiburones y modelando plastilinas… …en fin, fue un poco friki pero estaba claro: eso era lo que quería hacer.
Abrí la primera tienda en régimen de franquicia en 2015 en Rivas Vaciamadrid (Madrid) y a principios de 2017 me lancé por mi cuenta a esta gran aventura que es Eva Villalba Repostería.